lunes, 13 de febrero de 2012

¿Cuándo?

¿Cuándo creciste TAN rápido que no me dí cuenta?.....

Debió ser cuando te llamaba desde el trabajo o te iba a buscar a la guardería y comprobé que podía mantener una conversación contigo, que a tus 2 añitos y medio ya me respondías perfectamente y razonabas y me preguntabas cosas…
O tal vez debió ser cuando me veías emocionada mirarte estas navidades, viendo como todo te sorprendía, tú me acariciabas y me decías “mama… ¿qué pasa?” mientras yo sólo tenía ganas de comerte por lo guapo que eres…
O cuando le diste a Papá Noel los chupetes a cambio de juguetes…
O cuando compartimos las uvas y tu decías “mami quero suvas” y las mordisqueabas conmigo…
O fue el día de reyes cuando llegó el Rey Melchor a casa y le soltaste “¡no me he meado!” a lo que te respondió con un juguete…
O cuando hace 5 días me dijiste, “Mami Daniel no quere pañal” y te lo quité y de momento has resultado ser un campeón con sus pequeños “escapes”…

Creces tanto y tanto, mi chico, te haces tan mayor que ya siento nostalgia de verte de bebé, y que incluso a veces a ti mismo te cuesta reconocerte, y sólo hace 10 meses que estamos juntos.

Hay, Daniel, has conseguido que pasara las mejores Navidades de mi vida, has devuelto la alegría por estas fechas a tus padres… sólo pensar que hace un año me levanté el día de Navidad y me fui corriendo a tu foto a besarte llena de pesar y que este año te traje desde tu cuna a mi cama de madrugada y despertaste con nosotros enroscado en mí, ¡me eriza la piel!… porque, como ves, todo lo que deseas en esta vida llega hijo mío y aunque no siempre soy la madre perfecta que creí ser, sin lugar a dudas esta madre te quiere con locura y desea que todas las Navidades sean igual o mejores que las que acabamos de pasar.