Hoy hace un año que te vi por primera vez y desde entonces no ha pasado un solo día que no piense en ti...
Hoy apenas recuerdo los malos ratos, los llantos y la ansiedad por la espera, la desesperación por unos papeles que no llegan o porque el teléfono no suena. Llegó a mi vida la calma emocional y esa, me la proporcionas tú.
Hoy sólo recuerdo que te gusta dormir en mi pecho y que para ello utilizas el "coqueme" extendiendo tus bracitos, sabiendo que yo me deshago y no puedo negártelo. Que te despiertas al ritmo de "al cole" cada mañana y contento me dices "mama... A ver a Dora... y a comé", que te gusta jugar conmigo y te enfadas si me quedo haciéndote la cena en lugar de estar contigo en el sofá. Que esperas a estar en tu cama para quejarte diciendo "mamaaaaa pipicacaaaa" y que yo te vuelva a levantar. Que te va la vida por venir a darme un beso cuando me asomo a tu ventanita en la guardería... son tantas cosas que no tendría espacio suficiente para describirlas. Solamente yo las sé.... y tu también.
Me has cambiado tantísimo la vida que yo apenas me reconozco pues hoy, mañana y mientras dependas de mí serás mi pequeño tesoro y daré todo lo humanamente posible por que sonrías... Cambio con gusto mis desvelos nocturnos con tal que cada noche puedas dormir arropadito y el pañal no cale tu pijama. Con gusto me esfuerzo cada día y hago dos mil maratones diarios para poderte despertar de tu siesta en casa de los abuelos y llevarte al mediodía al cole.
Me das tanto por tan poco...... que nada me parece suficiente, ni siquiera lo sufrido hasta que has llegado a mi vida.
Por eso y por mucho más TE QUIERO COMO A NADIE EN ESTA VIDA... mi pequeño Daniel.